CAMBIO Y VÉRTIGO: ¿DISOLUCIÓN DE LO ESENCIAL?
¿Qué y quienes son aquellos moradores de los abismos psíquicos de cada ser humano?
Surgen pensamientos de épocas remotas… ¿Por qué en nuestros tiempos los problemas, además
De difíciles, son tristes?
TU FU, DE LA DINASTÍA T” ANG
En los tiempos que corren es muy difícil concebir lo Absoluto como un punto de partida para las posteriores reflexiones. Lo que sucede es que estamos inmersos y tan emocionalmente ligados con las estructuras de un mundo cambiante, que es más común aceptar como una verdad que no se cuestiona, que todo fluye alocadamente y con un ritmo cercano al atolondramiento. El vértigo es la rapidez desenfrenada que responde más bien a los saltos que dan los electrones y los aceleramientos del tiempo en relojes que dividen el tiempo cada vez más en fracciones pequeñas de tiempo, contraponiéndolo al ritmo que imponía el tiempo de la mecánica newtoniana, donde todo se movía en un tiempo absoluto y se desplazaba en forma uniforme, en el cual, el pasado y el futuro resultaban idénticos. En cambio hoy en día donde el tiempo se fracciona infinitamente y se hablan de millonésimas de segundo, resultan tanto el pasado como el futuro disueltos en un presente efímero e inestable. Por ello podemos aventurar como hipótesis que esa inestabilidad por donde transita lo real no es más que la proyección de la actividad interna de nuestra psiquis. Y allí creo que está el meollo de todo. Y cuando hablamos de cambios tenemos que tener en cuenta y hacer referencia también a una manera del ser en donde lo real se ha convertido en virtual, en virtud del desarrollo tecnológico, y que muestra exclusivamente los aspectos aparenciales de las cosas y que es solamente aprehensible en la forma de la inmediatez, lo que verdaderamente se tiene en cuenta. Lo que está detrás de esa apariencia fenoménica y que sólo es aprehensible por otros conductos cognoscitivos, hoy está desvalorizado y carece de realidad, considerándose como las fantasías locas del intelecto que meramente se mueve en lo conceptual y vacío de contenido. Tal vez me alejé un poco de la cuestión, pero cada vez cuesta más explicar los cambios que se están produciendo sin tener como referentes algunos planos metafísicos un poco más claros; fundamentalmente y en principio a partir de la aparición de un mundo tan complejo como es el virtual y que ha ganado terreno como sustituto del mundo real que todos y sin muchos convencionalismos casi todos aceptábamos sin muchos cuestionamientos.
Hoy en día sabemos más de lo que acontece por un medio virtual como la TV. y por Internet que lo que realmente sucede en nuestro entorno más cercano. Surge una pregunta ¿Cómo introducimos en este contexto el tema de los valores? Para ello hay que tener en cuenta un referente esencial ubicado en el plano de las creencias. Hoy en día el pluralismo existente ha tornado bastante difuso el contexto de las creencias, sobre las cuales habitábamos hasta no hace mucho tiempo como seres educados formalmente en una cultura que creíamos estructurada en valores humanísticos y con bases cristianas. En el mundo globalizado tienen más consistencia los valores orientados a la obtención del éxito y absolutizar lo intranscendente, encontrando la explicación en las formas fugaces en que se asienta carentes de principios estables y duraderos. Y en ese clima se genera un estado de caos y confusión, en el cual nos movemos a diario con la consabida disolución de las formas de vida ética y religiosa que antaño provenían de la tradición. Dicha experiencia a veces resulta traumática y nos envuelve como una nube negra, las cuales se traducen en conductas contradictorias y a veces haciendo gala de falta de sentido. Nuestros estados mentales no escapan a las generales de la ley y son el campo propicio para que transiten muchas veces, sin éxito, las innumerables terapias psicológicas de moda. Cómo última reflexión dejo un pensamiento chino que traduce un estado de cosas que se experimenta cuando se abandonan ciertos principios con que se regulan las mentes y las conductas humanas:
DESDE SIEMPRE ESTUVO EL TAO,
CUANDO EL TAO DESAPARECE, APARECE DIOS
CUANDO DESAPARECE DIOS, APARECE LA MORAL
CUANDO DESAPARECE LA MORAL, APARECE LA LEY
CUANDO DESAPARECE LA LEY ES LA DISOLUCIÓN.
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